febrero 28, 2008

Pedaleo

En mi bicicleta el calor del medio día es distinto: no me molesta. Está el sudor, pero también el viento, así que no quiero limpiar mi frente. Lo que quiero es soltar el manubrio y no caer. Vuelvo a pensar en este calor distinto y en que la mañana está soleada y fresca. Se perdió en el calendario, a finales de invierno, este día soleado de verano con frescura otoñal y colores de primavera. Sueno cursi. Pedaleo. Esquivo un auto y entiendo que no puedo sonar cursi porque sólo voy pensando. Pero lo soy. Pedaleo más leve: comienza la bajada hasta la playa. Cuando me doy cuenta de esto sonrío un poco, abro la boca y trago brisa. Sin frenar me sumerjo en el agua salada que limpia mi sudor salado. Pedaleo con más fuerza bajo el agua, los ojos a ratos se me cierran de ardor y trato de no pensar en el camino que me espera al otro lado, ahora de subida. Pedaleo con todo y salgo a la playa. Observo de reojo los tonos del crepúsculo. Pedaleo. Llego a casa, dejo la bici en la escalera del edificio y mientras busco las llaves del departamento comienzo a desear una toalla.

febrero 18, 2008

la caja de juguetes

Hace un par de noches volví a soñar con la caja de juguetes, visión recurrente en mi infancia. Yo le llamo la caja de juguetes pero es más como una estantería con rueditas, tiene unas tres repisas y de ella salen muchos colores y fichitas y chispas y de pronto también cosas pegajosas que con espanto dejo caer al suelo.

Esta vez estabas tú en el sueño y eso fue lo increíble: después de años de haber olvidado la caja de juguetes vienes y te metes en mi noche y me la traes de regreso. En el sueño era el día de tu cumpleaños y estabas triste, acostada en la cama porque nadie lo recordaba. Obviamente yo tampoco. Apenas confesaste, apareció la caja de juguetes pero ya no somos niños, así que la emoción de los colores y las telas nos llevó a otra situación. Y justo antes de besarte, desperté.

Sonreí todavía un rato por la mañana.