Había en nosotros la caricia del viento
y a la vez el asfalto repelente
en el agua la tensión que pacifica
y la mezcla de las mezclas
Había en todos nosotros ese rastro de sal
que sale de la piel o entra por ella
que arrojando destellos
petrifica y atrae
y petrifica
Había además la fuerza
el calor los humores el sueño
y un poco de la prisa
que trae consigo el ocio
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