Salió una mañana rumbo al trabajo; llegó sin problemas en su auto nuevo chino; después de dar las acostumbradas vueltas a la colonia, cuando logró estacionarse y apagar el motor, se dio cuenta de que era un atardecer tranquilo; le gustó el silencio; respiró hondo y encendió el motor; llegó sin problemas a su casa; dejó escapar una sonrisa cuando encontró el cajón del estacionamiento vacío.
1 comentario:
saludos a este lugar que se barre seguidito...
ya estás en mi blogroll (a poco no parece nombre de sushi?)
me encanta la rola de la casa
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