septiembre 21, 2009

Paso de baile

Alguien puso la nota justa en el momento; los colores y la luz tan solidarios; la armonía. Y con la mirada sobre los hombros de ella, él se vio a sí mismo un poco por dentro. No fue tanto un mirarse las ideas o las tripas como un sentirse ahí: vibrante, vivo, afortunado. Alguien puso el golpe en los tambores; la palabra y el timbre tan propensos; la ventaja. Y con la respiración de ella entre las cejas, él notó por un momento sus esencias. Las de ambos distintas pero fugazmente afines: inmediatas. Luego vino el momento de girar.

2 comentarios:

Anarcomística citadina dijo...

¿Luego vino lo que viene siendo el momento de girar?

¡Abrazo!

DonDani dijo...

Manquená.