julio 25, 2008

Para el buzón

Ya hablé, aunque con poca claridad, del elegante e implacable caracol que es el tiempo (o quizá un elefante) y de cómo su paso nos domina. Y sin embargo, aun sabiendo que no, pensamos que sí. Aun sabiéndonos imposibles nos declaramos capaces por un momento y apelamos a nuestra falta de ciencia para desear; hoy por ejemplo quisiera haber nacido unos años después y quisiera que las noches de esta semana fueran más largas; mañana quizá quiera que el reloj sea más festivo, menos pausado.

Pero incluso con las prisas, hay que tomarse el tiempo para agradecer lo agradecible.

1 comentario:

Mauricio Carlos dijo...

Hola Daniel soy el Bicho,

estaba curioseando y me encontré con tu blog...

Está chido pero que ahora estás escribiendo?

Muchos saludos.