Además está el cielo estrellado. Supongo que eso es bueno y que, después de todo, las cosas siguen en su sitio. No averiguo si hace unos quince o veinte minutos alguna de las estrellas que vemos desde acá, ha dejado de alumbrar desde allá o ha expotado. Prefiero suponer que su luz estará ahí lo que dure la noche.
Y además está el viento que lleva y trae aromas.
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