Para que no se atrofien las cosas se inventó el uso. Ejemplos: sacar el coche a dar una vuelta para que no se haga viejo; prestar la casa de campo para que no se llene de telarañas; dejar conectado el refrigerador vacío durante las vacaciones para que no se apeste; coger 2 veces por semana con la pareja que ya no excita más...
Debo distinguir aquello que he tirado al atrofie (cuadernos, amistades, pinceles, amores, instrumentos, músculos) y darle uso a lo que valga la pena rescatar.
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